¿Es usted un comunista en su hogar?
Estoy consciente de que muchas personas se sentirían ofendidas, si les preguntan si son comunistas, pero en realidad, muchas personas lo son dentro de su casa.
Para mí, no es justo que gane el mismo dinero y tenga las mismas oportunidades un hombre que mira televisión todo el día, que el que trabaja todo el día; igualmente no es justo que un joven que no quiso estudiar tenga los mismos privilegios que su hermano que sí estudia, y con este ejemplo entro en el tema.
En muchos hogares, cada vez que se le va a regalar algo a un hijo, se piensa “si compro para uno debo comprar para todos”; si le regalo dinero a uno, le debo dar la misma cantidad a todos; si permito que uno se vaya de vacaciones con sus amigos, debo hacer lo mismo con mis otros hijos; si uno mira televisión hasta tarde, debo dejar que mis otros hijos lo hagan; y si envió a la escuela privada a uno de mis hijos, debo enviar a todos.
A mi entender, si practica esta filosofía, está aplicando un principio del comunismo y la historia demostró que es un sistema fracasado. Por lo tanto, ¿por qué lo aplicamos en casa?
El pretexto, de que queremos a todos los hijos por igual o porque no se debe hacer diferencias entre los hijos, es una costumbre antigua que traemos en nuestro subconsciente, y no nos permite darnos cuenta de que los tiempos cambiaron y debemos actualizar nuestras creencias y hábitos si pretendemos un mejor futuro para esos hijos que adoramos.
Para los que me leen por primera vez, les cuento que, para mí, a los niños solo se les debe dar un regalo el día de su cumpleaños y el día de Navidad (o el equivalente al de su religión); el resto se lo deben ganar; si es que quieren que estén preparados y entrenados adecuadamente, para competir de igual a igual en el mundo financiero que se les viene.
NUNCA me cansaré de decirles, ni me apena ser reiterativo al hacer énfasis en que usted es el “VERDADERO” responsable del futuro de sus hijos; por lo tanto, no les dé placeres “precoces” sino enseñanzas que les dejarán placeres “eternos”.
Si una hija trae mejores notas que otra, merece un reconocimiento mayor, tal vez darle $20 a ella y $10 a la hermana; esto tendrá un importante beneficio para cada uno de los hermanos. La que recibe los $20 estará motivada para seguir así y mejorar, y la que recibe los $10 se esforzará más para recibir una mayor recompensa la próxima vez y para conseguir ganarle a su hermana; competencia sana y necesaria en este mundo moderno.
Qué le permita ir de vacaciones sin sus padres a un hijo de 13 años, no debería significar que deba dejar ir de vacaciones a los hermanos. Si un hijo demuestra que ocho horas de sueño son suficientes para que rinda en la escuela y el otro no, ¿por qué dejar a los dos que miren televisión o lean un libro hasta la misma hora?
El último ejemplo y el más difícil de desarrollar por este medio; si a sus hijos desde pequeños les va inculcando en su mente información apropiada como: espero que cuando vayas a la universidad elijas una cerca de casa; cuando estés en la universidad espero que no te acuestes tan tarde; cuando estés en la universidad deberás tener cuidado con los amigos que elijas.
Toda esta información es la que yo llamo “subliminal”, es decir no le digo todo eso a mi hijo por el mismo significado, sino para que su mente vaya aceptando desde pequeño que irá a la universidad y verá que será un hecho que lo haga; si no está muy convencido/a, ¿por qué cree que sus hijos si van a la escuela primaria o secundaria? Exacto… Porque siempre se los dijo desde que nacieron.
Ahora, si un hijo en la primaria es más aplicado que el otro, y asumiendo que tenemos los medios económicos; porqué no motivarlos a los dos diciéndoles que el que traiga todas notas excelentes ¡irá a una escuela privada! El solo hecho de ofrecerles a todos los hijos la misma oportunidad, es prueba suficiente de que no hay discriminación ni se tiene preferencia por alguno de ellos.
Esta técnica también tiene muchos beneficios, el más importante es la motivación de ellos para ir a una mejor escuela; luego la competencia sana entre hermanos; y por último ¡el poder premiar sin culpas al hijo que da lo mejor de sí!
Un último ejemplo, y es posible que el mensaje subliminal aquí sea para usted… mis tres hijos ya tienen su cuenta bursátil en la cual pueden comprar y vender acciones con el dinero que ahorran, el que más dinero gane al 31 de diciembre de cada año, recibe un bono importante y los otros no reciben nada; además que me parece muy sano el ejercicio, es importante porque aunque pierdan dinero, están aprendiendo a ahorrar, invertir y a motivarse ganando dinero sin trabajar, es decir haciendo trabajar a su dinero.
¡Ojalá esta columna cambie el destino de muchos niños hispanos del mundo!
¡Hasta la próxima semana!
Daniel Rutois
Motivador financiero & Negociador
www.hispanoexitoso.com