Que los hermanos sean unidos...
“Que los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera.” Martín Fierro de José Hernández.
En la vida puede elegir tener una mejor o peor vida personal o financiera, pero la importancia de vivir unido y respetar a un hermano no se negocia.
Si usted no puede respetar a su hermano/a y viceversa, ¿cómo puede esperar que lo respeten los demás? Si usted no siente amor por su sangre, ¿cómo puede sentir amor por otra persona?, si usted no siente deseo de ver feliz a esa persona que creció con usted y convivió por tantos años, ¿cómo puede sentir felicidad por los triunfos de otras personas? Si usted no siente dolor por las necesidades o problemas que tenga ese ser querido, ¿cómo puede sentir dolor por los problemas de los demás?
En resumen, comencemos a juzgarnos a nosotros mismos antes de juzgar a los demás y reconozcamos si damos lo mejor de nosotros mismos.
Una canción de Ricardo Montaner dice: “Estar enamorado me hace mejor persona” ¡Qué frase! No sé si está a la altura de las enseñanzas costumbristas de Martín Fierro, pero sin ninguna duda esas seis palabras resumen una gran realidad en la sociedad de hoy en día.
Es una gran verdad, cuando alguien siente amor, tiene una energía especial que lo hace sentir muy bien y automáticamente adopta una actitud de vida, que lo beneficia a sí mismo y a todas las personas que lo rodean.
Le cuento algo…, cuando hay cualquier elección política, ya sea para presidente, senador, alcalde o el cargo público que sea, yo pongo atención a la persona y a su interior.
Para mí es más importante que un candidato sienta amor y respeto por su familia a que tenga un doctorado en ciencias políticas. ¿Cómo puede esperar? que un presidente trabaje y le interese el bienestar de un país cuando esa persona no da ni recibe amor.
Se podría suponer que si usted no recibe amor es porque no lo supo cosechar, y eso dice mucho de usted y de una etapa de su vida. A manera de ejemplo, haga el siguiente ejercicio: Elija a los presidentes de los países que usted considera que están en malas condiciones en política & económica y dígame si, aunque sea uno de ellos tiene una relación de pareja sana.
¿Ahora, comparte conmigo que esto que digo no es un concepto medio cursi y que encierra un significado real? Es una realidad que nuestra sociedad no ve o peor aún, se resiste a ver.
La familia no se elige, los amigos y los políticos sí. El día que comencemos a ser más selectivos, más honestos, más comprensivos, y a aceptar a nuestros seres queridos como son, comenzaremos a construir un mejor futuro social y económico para nuestros pueblos.
Si no está dispuesto en las próximas elecciones a elegir a alguien honesto, con buen corazón, con principios y con una familia estable, no se queje luego de los resultados.
Por el momento comience a recuperar ese amor que sentía cuando era chico por su hermana/o y dígaselo. Levante el teléfono y dígale a esa persona que comparte su sangre que lo quiere y que esta ahí para cuando lo necesite.
Siempre digo que hay muchos factores que compartimos como latinos que nos hacen diferentes a la cultura anglosajona. Algunos a favor y otros en contra, pero nadie puede dudar que tenemos principios familiares muy sólidos y no podemos perder esa virtud.
Recuerde que, por lo general, mientras un estadounidense común espera que su hijo cumpla 18 años para que sea independiente y se vaya de la casa, la mayoría de los latinos esperamos que se queden hasta el día que se casen, esa virtud, es muy latina y no debemos perderla.
Comience a dar amor, y como por arte de magia, verá cambios en su salud y en su bolsillo.
¡Hasta la próxima semana!
Daniel Rutois
Motivador financiero & Negociador
www.hispanoexitoso.com